El tratamiento no tiene un promedio de sesiones definidas, ya que depende de cada paciente y caso particular. Las sesiones son de aproximadamente 45 minutos, excepto la primera, donde abrimos la historia clínica, y que suele prolongarse algo más.
Para la apertura de ésta es importante evaluar los síntomas y patologías previas. Si hubiera estudios diagnósticos complementarios (radiografías, resonancias, TAC u otros), es aconsejable traerlos consigo.